martes, noviembre 25, 2008

Dulce nostalgia


"Mirando atrás, me crece la nostalgia..." Así comienza una de las muchas canciones que hablan sobre el equipo de mis amores, aunque yo la hago mía únicamente para hablar sobre mis amores, sin el equipo.

Ayer, mandando un mail empece a recordar... Recordé viendo unas fotos, y me di cuenta de que mi pasado está bastante cerca de mi presente. No pude más que empezar a recordar mi pasado, y las situaciones que en él se me presentaron, y no pude evitar sentir nostalgia.

"¿Es rara, no, la nostalgia? porque tener nostalgia en si no es malo, eso es que te han pasado cosas buenas y las echas de menos." Este fragmento pertenece a la película Princesas, y ya lo utilicé en un post del mismo nombre. Y recientemente también he visto que la ha utilizado Bebita. Os recomiendo ambas cosas, la peli y el blog.

Bueno, volviendo a lo nuestro, la nostalgía, como decía Calle, la sientes porque te ha pasado algo bueno, y lo echas de menos. Y a mi me han pasado muchas cosas buenas.

A falta de una gran novia de larga duración, a lo largo de mi vida he tratado de iniciar relaciones con varias mujeres, maravillosas todas ellas.

Mirando atrás, y con la perspectiva que el tiempo me regala, puedo decir que me siento orgulloso. Orgulloso porque he podido compartir años, meses, o incluso semanas, con chicas espectaculares, con corazones enormes, divertidas, y que me han hecho sentir cada una a su manera, sensaciones únicas. Y orgulloso también porque de todas puedo decir que mantengo el contacto, con algunas más que con otras, y que creo, y me atrevo a decir, también todas ellas guardan el mismo cariño hacia mí, que yo hacia ellas.

Miro fotos de veranos, de cotillones, de fiestas, de momentos de intimidad, y en todos ellos se me pone todavía un nudito en el estómago. Y que decir cuando os veo en persona, que me invade la felicidad y el nudo crece una talla. Y dos si os veo cogidas de la mano, aunque cuando lo pienso me alegro infinitamente por vosotras, porque siempre he querido lo mejor para vosotras, y si vosotras sois felices, a mi me haceis un poquito más feliz.

A veces pienso en que no debía haberos dejado escapar, pero me consuelo a mi mismo diciendo que las cosas vienen como vienen, y que los erroes están para aprender.

Así que, valga este post como homenaje a todas aquellas mujeres que de alguna manera habeís llenado en algun momento mi corazón, porque nunca se vaciará por completo, y porque cada momento que vivimos juntos fue, es, y será sencillamente único.

Gracias por esta dulce nostalgia.


Javi Velilla

lunes, noviembre 17, 2008

Cuatro letras

Llevo unos días engañandome un poco, o intentándolo al menos. A veces me surge esa pregunta, ¿puede alguien engañarse a sí mismo? ¿Podemos crear una mentira tan grande que nos la acabemos creyendo?
Hace un tiempo os contaba que había descubierto un YO del cual me sentía muy orgulloso. Bueno, pues el YO de ahora mantiene defectos del YO de antes. Entre ellos la mala memoria. Siempre he dicho que no soy rencoroso porque tengo mala memoria. Creo que esto es un arma de doble filo. Tiene un lado positivo, que es que no tengo problemas en perdonar, en seguida olvido lo que alguien me haya podido hacer, y puedo hacer como que nada ha pasado, en la mayoría de los casos. Pero esto implica un aspecto negativo, y es que me puedo hacer daño en repetidas ocasiones.
Por mi libro de frases, aparece una que dice algo asi como " Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando, y sólo ser cuidadoso con quien confías dos veces". No se si es exactamente lo que quiero transmitir, pero me puede servir. Me refiero a que a veces te hacen daño, y a modo de defensa tomas una decisión, o bien alejarte, o bien defenderte, o atacar; y según cual sea esa decisión, es posible que acabes olvidando ese dolor. Quizá sea cierto eso que dicen que "El tiempo todo lo cura", o quizá sea sólo cuestión de prioridades.
Hace bien poco le recomendaba a una amiga que con su pareja determinase que estaba dispuesta a aceptar y que no. Últimamente he aceptado cosas que hace un tiempo no las hubiese permitido. He obrado y me he comportado de una manera que anteriormente no hubiese tenido lugar, pero todo lo hacía conscientemente porque estaba dispuesto a aceptarlo, porque me compensaba aceptar eso y a su vez recibir otra serie de cosas.
El problema de permitir determinadas cosas, es que puede dar lugar a confusión y confianza excesiva, lo cual es carne de cañón en una relación. Y todo tiene su límite. Como ya he comentado en alguna ocación, considero que en una relación el límite es el respeto. Y una vez se sobrepasa esa minúscula línea, dénse por jodidos....
No se si hay algo más importante que el respeto en una relación, pero sí se que hay algo que al menos puede equipararsele en importancia, algo que puede hacer tambalear el trono del respeto, a pesar de no poder ser comparables.
Sólo una pequeña palabra de cuatro letras.
Una pequeña palabra que hace que todo lo olvides, casí incluso hasta las faltas de respeto, o aunque no las consiga hacer temblar, al menos sí es tan importante como para hacer dudar.
Y el nuevo YO, tiene, a veces dudas.

Javier Velilla