Por fin, al fin, el fin

Por fin, al fin, el fin! Ya se acabo el curso, un curso más. Ahora la suerte está echada, que sea lo que dios quiera. O mejor dicho lo que los profesores quieran.
El caso es que ahora tranquilidad, relax, vacaciones, niños dando por saco...pero bueno, al fin y al cabo eso está bien, ¿no?.
La verdad tengo ganas de cambiar de aires, estoy un poco agotado y ya tengo que cargar pilas otra vez, pero hay muchas cosas que me motivan para el campamento, así que no creo que me cueste mucho. Voy a estar un mes, y si puedo actualizaré para que más o menos sepais como estoy, y las cosillas que me pasen.
Gracias a todos los que me leeis.
P.d.:Es posible que cambie un poco el rumbo del blog, ya veremos...

Ronnie y Eto´o ya son amigos

Gracias!

Gracias!! Gracias a todos!! La verdad, ayer fue un día superespecial. Cada uno de vosotros me hicisteis sentir especial. Cada mensaje, cada llamada... Todos y cada uno de los que me enviasteis vuestra particular muestra de cariño rellenasteis, más si cabe, mi corazoncito de felicidad.

Y los que no lo hicisteis también, porque se que a muchos se os pasó, porque se que que lo hubierais hecho. Para vosotros también, ¡gracias! Porque alguna vez habeis pensado en mí, porque alguna vez ya me lo habeis demostrado. Y a los que no lo sabíais lo mismo.

En fin, creo que os lo debía, me sentí muy satisfecho de teneros como amigos, y sinceramente, no me lo esperaba, quizá por eso y pensándolo hoy fríamente, me doy cuenta de que mucha gente me quiere, o por lo menos me aprecia, o por lo menos se acuerda de mi.

Espero corresponder vuestras muestras de cariño.

¡GRACIAS!

Javier Velilla

Maneras de vivir

Mónica, 37 años. Valenciana.
Una mujer con mundo, con experiencia en la vida. Madre de tres hijos, todos varones, y viuda. Adoptada junto a sus seis hermanos por una familia que ya tenía otros once hijos.
La vida no le supo tratar, y cuando ella pudo, no supo tratar a la vida.
Viajó y vivió por el mundo, de los países norteafricanos hasta Sudamérica, pasando por toda la península Ibérica, incluida Portugal.
Una mujer enigmática, casi mística. Sus consejos de vida son fruto de la experiencia, y la experiencia hace al maestro. Maestra de la vida.
Nunca tuvo el abrazo que necesitó, ni el cariño que precisaba. Su vida se ha basado y se basa en la búsqueda de sentimientos, de sensaciones.
Conoció excesos, fracasos, miles de maneras de vivir, y miles de maneras de morir. Llegó a desayunar champagne con cigalas en la locura de Marbella.
Encerrada en su vida, de trabajo en trabajo, en busca de una estabilidad que considera casi imposible de encontrar. Vive y muere sola. Encerrada entre sus cuatro paredes. Sólo sus hijos la mantienen con vida. Sólo sus hijos son la fuerza para vivir. Sólo los nanos son su alegría y su pena, su manera de mantener vivos sus sentimientos.
Hasta el cariño de una pareja le hace sentirse un poco más feliz, un poco más útil.
Hoy vive lejos de su tierra natal. Hoy el alcohol y la coca son sus vías de escape.

Javier Velilla

Todo sigue igual

Pasa el tiempo, y sigo por aqui. Sigo siendo el mismo, quizá haya evolucionado algo últimamente. Pero en realidad soy el mismo.

Fiel a mis ideas, a mis pensamientos, a mis sentimientos.

Pasa el tiempo y sigo por aqui. Y te sigo soñando, y te sigo pensando, y te sigo queriendo, y te sigo amando. Porque, aunque tu no lo sepas, aunque ya no lo diga, aunque ya no te acuerdes, sigues siendo quien siempre fuiste. Esa maravillosa persona que apareció en mi vida como sin querer, y que no desaparecerá de ella ni queriendo. Ese pequeño terrón de azúcar que endulzó mi vida. Porque cada día, cada vez que rompo mi cascarón por la mañana, tengo un recuerdo para tí.

Porque hay cosas que nunca cambian, porque hay cosas que siempre sentí. Porque pese al distanciamiento, todo sigue igual. La vida sigue igual. Porque es imposible pasar por alto cada gesto, cada mirada, cada caricia. Porque no se puede olvidar la sensación de ser feliz. De ser feliz contigo. Porque pase lo que pase seguire pensando en ti, seguire soñando cntigo, porque te has instalado en mi corazoncito, en un rinconcito donde pone tu nombre en letras fluorescentes, para que se vea bien, para que todo el mundo lo sepa.

Brindo hoy por revivir momentos de felicidad, que por lo menos, todo siga como hasta ahora, porque de tí me gustan hasta las cosas malas.

Javier Velilla

La boba

Andrés se para, le mira fijamente. Agacha la cabeza, pisa el balón. Lo mueve. Lo saca, lo guarda, y zas. Se marchó.
La boba no es un regate, es un vacile. La boba no es una jugada, es un truco, un engaño. Sólo él sabe hacerla. Sólo a él le sale siempre.
La boba es el recurso de D´alessandro. La boba es un Ohhh! en la grada. La boba son los aplausos, las risas, el entusiasmo, la esencia del fútbol.
Es esa décima de segundo en la que te lían, te marean, y encima casi siempre, te llevas un caño.
Es la humillación del defensa, es la manera de decirle que estás por encima suyo. Que eres mejor. Que se la harás cuantas veces sea necesario.
La boba es la pausa en el ataque, es el desborde, el espacio, la calidad. Es una zurda de oro.
La boba es la boba.
Javier Velilla