
No te pido que renuncies
ni esperarte en el altar.
Te pido que te relajes
y que te dejes llevar.
No pido que abras ni cierres
las ventanas al azar.
Sólo que este torero
salga al ruedo a torear.
Y si allí en la Maestranza
debe el maestro triunfar,
no sufran por este toro,
que yo lo voy a indultar.
Javier Velilla
Londres 2012