miércoles, mayo 16, 2007

Tu nombre


Tú, tu silueta, tu sombra, tu susurro, tu voz, tu nombre.
El sonido de sonidos. El tacto de la voz por mis oidos. La furia desatada, el amor sin límites.
Tu nombre.
Tu nombre es la cruz a mis espaldas, es el castigo que merezco, es el látigo que me azota.
Tu nombre, siempre ahí, impasible en mi memoria. Siempre ahí.
Todo lo demás pasa, se olvida, pero ahí permanece tu nombre. El que me hizo feliz, el que me dañó sin compasión, el que me llevó volando a la locura, el que me hace soñar.
Tu nombre eres tú. Cada caricia, cada te quiero, cada enfado, cada beso. Eres tú.
Tu nombre te pertenece, me pertenece. Leyenda viva de mi corta historia. Tu nombre.
Semilla de amor inalterable como el tiempo. Fruto de la pasión desenfrenada, del más fugaz cariño, y de la más profunda admiración. Te quiero. Llevo tatuado tu nombre en mi corazón con letras de colores, para recordarte cada vez que sangre, cada vez que no pueda resistir la tentación, cada vez que mi memoria haga amago de olvidarte. Porque esta vez no puedo fallarme, no puedo fallarte. El abismo de mi amor se tambalea y esta vez no puedo ser débil, esta vez no puedo dejar de quererte. Y si caigo, mi sangre teñirá la tierra de colores, para que por siempre y para siempre se recuerde que mi amor por tu nombre no tiene límite.
Javier Velilla

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Me agarra y ya no me suelta,
y ya no se si lo hará,
si estará en mí para siempre,
o por fin me dejará"