lunes, noviembre 17, 2008

Cuatro letras

Llevo unos días engañandome un poco, o intentándolo al menos. A veces me surge esa pregunta, ¿puede alguien engañarse a sí mismo? ¿Podemos crear una mentira tan grande que nos la acabemos creyendo?
Hace un tiempo os contaba que había descubierto un YO del cual me sentía muy orgulloso. Bueno, pues el YO de ahora mantiene defectos del YO de antes. Entre ellos la mala memoria. Siempre he dicho que no soy rencoroso porque tengo mala memoria. Creo que esto es un arma de doble filo. Tiene un lado positivo, que es que no tengo problemas en perdonar, en seguida olvido lo que alguien me haya podido hacer, y puedo hacer como que nada ha pasado, en la mayoría de los casos. Pero esto implica un aspecto negativo, y es que me puedo hacer daño en repetidas ocasiones.
Por mi libro de frases, aparece una que dice algo asi como " Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando, y sólo ser cuidadoso con quien confías dos veces". No se si es exactamente lo que quiero transmitir, pero me puede servir. Me refiero a que a veces te hacen daño, y a modo de defensa tomas una decisión, o bien alejarte, o bien defenderte, o atacar; y según cual sea esa decisión, es posible que acabes olvidando ese dolor. Quizá sea cierto eso que dicen que "El tiempo todo lo cura", o quizá sea sólo cuestión de prioridades.
Hace bien poco le recomendaba a una amiga que con su pareja determinase que estaba dispuesta a aceptar y que no. Últimamente he aceptado cosas que hace un tiempo no las hubiese permitido. He obrado y me he comportado de una manera que anteriormente no hubiese tenido lugar, pero todo lo hacía conscientemente porque estaba dispuesto a aceptarlo, porque me compensaba aceptar eso y a su vez recibir otra serie de cosas.
El problema de permitir determinadas cosas, es que puede dar lugar a confusión y confianza excesiva, lo cual es carne de cañón en una relación. Y todo tiene su límite. Como ya he comentado en alguna ocación, considero que en una relación el límite es el respeto. Y una vez se sobrepasa esa minúscula línea, dénse por jodidos....
No se si hay algo más importante que el respeto en una relación, pero sí se que hay algo que al menos puede equipararsele en importancia, algo que puede hacer tambalear el trono del respeto, a pesar de no poder ser comparables.
Sólo una pequeña palabra de cuatro letras.
Una pequeña palabra que hace que todo lo olvides, casí incluso hasta las faltas de respeto, o aunque no las consiga hacer temblar, al menos sí es tan importante como para hacer dudar.
Y el nuevo YO, tiene, a veces dudas.

Javier Velilla

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Javi, me gusta mucho cómo escribes, leo a menudo tu blog, pero sinceramente esta vez no he entendido nada...

Veli_6 dijo...

Y eres....?? NO se, trato de hablar sobre mis sentimientos, mi vida, mis situaciones, pero tampoco quiero destapar cosas demasiado obvias que puedan afectar, molestar a otras personas. Tampoco quiero que sea demasiado evidente, pero tendré en cuenta tu comentario y trataré de mejorar, ya que eres la segunda persona que me lo dices, aunque no se quien eres. UN beso

Anónimo dijo...

No no, para nada pretendo que cuentes tu vida abiertamente, siempre he entendido más o menos por dónde vas cuando cuelgas esas perlas que escribes, pero este último me ha dejado descolocada, jjejeje.
Un besito!

Veli_6 dijo...

Y no la contaré, pero intentaré que sea mas comprensible y menos liante. Y más bonita también. Pero sólo si me dices quien eres...que me ha entrado una curiosidad....Solo si se puede decir , claro...
Un beso

Anónimo dijo...

se puede decir pero no creo k sea importante saber quién soy, así mejor ;-)

Veli_6 dijo...

Me acabas de matar....

Anónimo dijo...

por qué?

Veli_6 dijo...

Porque me gustaría saber quien eres....

Anónimo dijo...

q razon tienes javi, lo primero es el respeto y en el momento q se pierde eso, todo se va a la mierda, pero hay veces q el respeto se ha perdido hace ya demasiado tiempo que ni te acuerdas.muaksss