sábado, enero 20, 2007

¿Quién dijo distancia?


La distancia son un puñado de kilómetros que separan dos almas. Dos almas que siguen estando juntas. Juntas, porque mientras una de ellas lleve a la otra en su interior, no existirá la distancia.

Mientras el amor persista no habrá lugar a los kilómetros, no tendrán cabida los minutos. Porque las cosas no son cosas porque existen, son cosas porque alguien piensa en ellas. Y si el recuerdo permanece, es porque sigues existiendo. Y el recuerdo y la existencia te hacen grandes, y te elevan a lo más alto de un monte para ser adorada. Y te adoran. Y te adoro. Porque además de existir, tienes la capacidad y la fuerza de mover un corazón. Un corazón que recorre los kilómetros más rápido de lo que lo puede hacer ningún coche, ni siquiera ningún avión. Porque las fronteras de un amor no existen si alguien sigue pensando en tí. No hay peajes ni barreras. Sólo hay esperanza e ilusión. La esperanza de un abrazo y la ilusión de una sonrisa. Con la ansiedad de un marinero que añora ver a su amada, así añoro yo tu tacto, tu carácter, tu mirada.

Y el ansia me puede a veces, y las lágrimas de impotencia recorren las mejillas enrojecidas de dolor. Y caen al suelo con el eco de quien tira una piedra a un pozo. Y a veces dudo de este amor y en esos momentos pienso en el refrán galego que hace mención a las meigas: "Creer non creo, pero haberlas haylas", y me levanto, y me crezco, y te añoro, y te quiero.
Javier Velilla

No hay comentarios: