viernes, noviembre 16, 2007

Eternas bienvenidas


La vida está plagada de decisiones. Unas más relevantes, y otras menos, pero un sinfin de decisiones, al fin y al cabo. Y esque cada problema que se nos plantea, por pequeño que sea, requiere una solución.

Y en esas andamos, entre sueños despierto, entre carriles que se difuminan, y pensando, recordando, imaginando, y buscando soluciones, si es que las hay.

Por que soy de los que piensan que los problemas hay que afrontarlos, porque de nada sirve darles la espalda, porque no se van a ir, y de nada sirve no coger el telefono para no decir las cosas claras. Porque darle la espalda a un problema solo lo aplaza cobardemente. Y cerrar los ojos ante la realidad, sin dar la cara, nos convierte en el peor de los ciegos, el que no quiere ver. El que tiene miedo, el que huye, el que corre, sin darse cuenta que un sentimiento es mucho más que correr y escapar. Un sentimiento no se diluye conagua, ni se evapora en el aire, sólo con darle la espalda. Sólo lo aplaza, permitiéndote creer que se acabó, hasta que tarde o temprano vuelve a presentarse, porque nunca se fue. Ya me dirás porque lo hiciste, ya me dirás que conseguiste...

Y yo no quiero darle la espalda a mis sentimientos, quiero tenerlos cerca, y disfrutar de ellos, y sufrir con ellos. Pero mi vida me lo está pidiendo a gritos. Mi vida quiere vivir, quiere olvidar. O eso me dice, porque en realidad no quiere, pero no tiene más remedio que pedirme que corte de raíz. Que voy a acabar con ella.

Tengo que dejar de parecer fuerte para serlo realmente. Tengo que vencer mis miedos, y no llorar más. Pero no lo puedo hacer sólo. No se cómo hacerlo.Quiero olvidar muchas cosas, quiero dejar de sentir, quiero recodar todo como algo bonito, como algo que me hizo feliz, aunque sufriendo a veces, pero feliz, muy feliz. Pero no sé como hacerlo. Necesito ayuda, un impulso, un clavo que saque a este clavo. Quiero cambiar esto, pero no puedo. Es como un pensamiento que permanece inmóvil en mi cabeza, y en mi corazón. Es como algo que es incapaz de desaparecer, que aparece siempre en los momentos más débiles, más solitarios.

Alguien dijo alguna vez que "en el amor no hay adioses, sino eternas bienvenidas". De manera que esto no es un adios, aunque quizá lo necesite. Pero no me queda otra opción. Es dificil ponerle fin a algo que nunca existió. Realmente no existió formalmente, porque le faltaban muchos ingredientes para que existiese, pero soy consciente de que existió y de que existe. Y no tengo dudas de que existirá. Estoy seguro que hay finales mejores, pero no sé hacerlo mejor, ni tampoco si está en mis manos o en las tuyas.

Prometo seguir pensando , seguir sintiendo, pero de la misma manera prometo no seguir sufriendo.

Hasta siempre.

Javier Velilla

5 comentarios:

Alfon dijo...

y yo me alegraré de que así sea ;)
un abrazo!

Nana dijo...

Hey pero qué difícil darle la cara a este tipo de "problemas"... en fin... cosas de la vida que en mi opinión nos hacen crecer... y a lo mejor conocer mejor el campo de los sentimientos. No queda más que darle paso a esas eternas bienvenidas...

AlBiCh dijo...

Acertada decisión... ;)Bsikoss

Unknown dijo...

Y sintiendo, sin miedo, volverás a ser igual de feliz, o incluso más. Precioso post.
Besitos!

Veli_6 dijo...

Alfon, a ver si soy capaz...
Ariana, muy dificil, espero ser suficientemente fuerte.
Albich, eso espero.
Bebita, ojala sea igual de feliz y disfrute de lso recuerdos.
UN besito y gracias a todos.