Mátame

El tiempo pasa, sobre apuntes, examenes que se acercan veloces y más trabajo que tiempo. Quisiera pensar que todo va a salir bien, pero noto que mis fuerzas comienzan a flaquear. Sigo sólo. Vivo sólo, me muevo sólo, duermo sólo, pero sueño acompañado. Porque mi vida no ha cambiado demasiado, porque te veo cada día, y te sueño cada minuto.

Prometí olvidarte, no pensar más en tí, pero me volví a fallar, y no pude ni siquiera intentarlo. Quizá no quise hacerlo, porque dejaste la puerta abierta y eso alimenta mis sueños y me hace creer que puede ser posible, soy así, pero la realidad me hace pensar, sospechar, suponer... malditos verbos. ¿Qué será de ti? ¿Será como en las canciones? ¿O ya me has olvidado? ¿O quizá sigues intentando olvidar los recuerdos para no sufrir pero aun me quieres? Creo que todavía sigues con la coraza... ¿O realmente no me recuerdas? Aquí todos se piensan que estoy bien, y en verdad, te echo de menos sin parar...

Soy un melodramático, lo sé, pero no puedo hacer como si nada, no puedo obviar los momentos más felices de mi vida, porque sería traicionar a mi memoria, a mi conciencia, a mi amor. Porque vivir sin vivir no es vida, y morir sin tí es la peor de las muertes. Mátame, mata todos mis recuerdos, pídeme que te olvide, hazme sentir mal, hazme sufrir, pideme que rompa tus fotos, que borre tu número, acaba ya con este dolor, y hazlo para siempre. Sólo así podrá acabar eso que nunca existió. Porque si no lo haces, mi condena será buscarte cada día, en cada ciudad, en cada momento. Mi castigo será verte cada mañana en mis pensamientos. Tenerte presente a cada instante. Y vivir por tí, sufrir por tí, morir por tí. Mátame, y mata todos mis recuerdos, ponte el disfraz de bruja, saca lo peor de tí, y acaba con esto. Pégale un tiro al dolor, hazlo, y hazlo pronto. O estarás condenada a quererme para siempre.

Javier Velilla