jueves, junio 12, 2008

El baile


La velada estaba siendo inolvidable, un bonito castillo, un paisaje maravilloso, un marco incomparable. Los músicos tocaron múscia romántica durante largas horas. Todos los allí presentes se habían puesto sus mejores galas, ellos muy elegantes, ellas guapísimas. Y allí, separados por unos pocos metros y una nube de bailarines disfrutando del ambiente, estábamos tu y yo.
Todo parecía preparado para nosotros dos.
Ibas radiante, sin grandes alardes, pero sencilla y preciosa. Como siempre.
Pero me acerqué, como lo había hecho tantas veces, y suave y dulcemente, con la mejor de mis sonrisas te propuse un baile, era la melodía de nuestra canción favorita. Tu, girando la cara hacia el otro lado, me apartaste con un simple no.
Me di la vuelta, y entre lágrimas regresé a mi sitio. Volví a mi rincón.
Al verme llorar, una dama que todavía no había visto se acercó a mí. Era espectacular, e iba superelegante. No había nadie que llamase más la atención que ella, simplemente perfecta.
Se sentó a mi lado y entablamos una conversación. Su sonrisa, sus ojos, su susurro, todo me hacía ver que había encontrado a la mujer de mi vida. La magia que se creó en ese momento fue impactante, sublime, su tacto, todo...
Tras un susurro, nos levantamos, nos dimos la mano y nos dispusimos a salir del salón...los jardines estaban a unos pocos metros...y ahí con la música de fondo, podríamos hablar tranquilamente.
Tu mirada, cuando nos viste salir, tus lágrimas cuando me viste sonreir, y tu lamento cuando me viste feliz....
Me habías perdido, me habías dejado escapar... Sabías que me tenías incondicionalmente a tus pies, que era únicamente tuyo, pero me dejaste marchar, me abandonaste a mi suerte.
Ahí comenzó tu lamento, porque no te quisiste dar cuenta de mi importancia hasta que no me viste a tu lado...
Voy a pedirte un baile, piénsatelo....

Javi Velilla

1 comentario:

CHoNi dijo...

snif snif snif .... no tengo palabras.....