miércoles, abril 11, 2007

Cada curva, cada esquina.

Ya acabó la Semana Santa. Tiempo de muerte y resurrección. Tiempo de milagros.
Quizá todo esto no sea casualidad.

El caso es que esta Semana Santa me he dado cuenta de que cualquiera de las tres palabras antes mencionadas pueden estar más cerca de nosotros de lo que podamos pensar. Es posible que las tengamos señaladas en nuestro calendario invisible, o que pasen sin llamar. Puede que sea lo que muchos atribuyen al destino, y otros al azar. Quizá dependa de nosotros, de estar en el lugar inoportuno en el momento inoportuno, o quizá ataquen indiscriminadamente.

Lo único que es cierto es que forman parte de nuestra realidad. Quizá, por eso, debamos tratar de evitarlas en la medida de lo posible, ya que nos pueden estar esperando detras de cada curva, de cada esquina. Seamos cuidadosos y vigilemos cada uno de nuestros pasos, de nuestros movimientos, y estemos tranquilos, que el destino hará el resto.

Javier Velilla

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