Copenhague --> El regreso

La historia toca a su fin. Como me ha dicho Alfonso esta mañana (la mañana del martes), las cosas siempre acaban. Antes o después, pero siempre acaban.
Ha sido una experiencia inolvidable. Un viaje maravilloso. Una aventura única. He tenido la oportunidad de conocer otra cultura, gente diversa, ver distintas ciudades y distintos países, de viajar, de reir, de hacer deporte, y todo sin separarme de un amigo.
Copenhague, Malmö, los yankis, las bicis, la resi, las danesas, las suecas, los respectivos reyes, la sirenita, los canales, los 7eleven, las pintas, las coronas danesas, el clima, Christiania, los aeropuertos, el metro, l@s revisor@s, Mambo, los españoles, el partido de fútbol... tantas cosas en tan poco tiempo. Posiblemente me cueste volver a la realidad, pero no me queda otra. Ahora sólo podemos sonreir recordando y esperar el próximo.
El viaje de vuelta ha comenzado incluso antes de embarcar. Salimos con tiemposuficiente para llegar con tren y metro, pero...oh! El tren tenía problemas y no venía. ¿Alternativa? Bus. Comienzan los nervios, leves pero nervios. Cogemos el bus y...oh! Muchísimo tráfico, demasiado. Los nervios aumentan, ya no son tan leves. Por fían, cogemos el metro y ya ....oh! Parece que vamos a llegar. No sabemos si vamos a comer, pero llegar parece que llegamos. Facturación perfecta, tiempo record. Y al final...nos sobran 40 minutazos!!
Por supuesto, en el viaje hubo chanchullos de tickets (aún no sé como alguno no estamos en una cárcel danesa).
Para no perder costumbre comimos en un "Burrikin" . Double Whopper Menu, y pa Madrid.
Viaje aburridete. Lo más destacado es que reconocí Zaragoza desde el avión, y la Romareda, y mi casa!!Qué ilusión!!
Llegué a Madrid a la hora prevista, y la maleta también salió pronto, así qeu cambié de planes y ahora tras un ratito de metro, estoy viajando en AVE hacia mi casita. La historia de esta aventura no termina aquí, pero gracias a todos los que la hicisteis posible, especialmente a Alfon, sin él nada de este sueño hubiese llegado a ser real.
(Escrito el martes 2 de Octubre, durante el regreso a Zaragoza vía tren)

Javier Velilla