sábado, octubre 06, 2007

El edificio


Cuando un edificio se tambalea, hay dos opciones: una, la más facil, es derrumbarlo, la otra, un poco más complicada es tratar de reestructurarlo y tratar de que presente de nuevo la firmeza característica de un edificio de calidad.

Mi vida hoy es un edificio que se tambalea. Pero nadie lo derrumba y nadie lo arregla. De momento se va sosteniendo con apuntalamientos provisionales, pero si nadie lo evita, pronto se derrumbará por sus propios medios. Son las leyes de la física.

A mi edificio viene gente a tirar piedras, ya le han roto todos los cristales. Han tirado la puerta de entrada y ya cualquiera puede entrar y pisarlo. Han tirado los muebles y alguno de los muros que separaban las habitaciones. Hacen hogueras en él, y las paredes que quedan están destrozadas. Mi edificio llora por las noches, cuando se queda sólo, pues casi prefiere que le tiren piedras antes que quedarse sólo.

Depende del día, llueve. Cuando esto ocurre se le mojan tanto las cimientos como la estructura, y se puede oir como se resquebraja. Si la lluvia se alarga durante varios días se pueden contemplar pequeños desplomes.

Está pendiente de una resolución, que alguien invierta en él y hagan de lo que ahora es un edificio bonito y elegante, donde entre y salga gente importante, donde se celebren fiestas y la gente lo pase bien, donde se hagan grandes cenas de amigos. A veces sueña con que hagan de él un hotel. Si algún día se cumple su sueño, propondrá que le llamen "Hotel Amistad", en honor a aquel señor que siempre le respetó y siempre le cuidó. Aquel pequeño pero gran señor que siempre que podía colocaba ladrillos donde había agujeros, y que arreglaba los sistemas eléctricos cuando alguien arrancaba los cables.

Si algun día lo arreglan, quiere que se lo dediquen a él. Porque mi edificio, como edificio, no vale nada.

Ahora solo piensa en una reconstrucción, y en volver a ser lo que fue hace tiempo.


Javier Velilla

8 comentarios:

Unknown dijo...

Amore, piensa que hay gente q disfruta rehabilitando edificios, y mas si son edificios q merecen la pena como el tuyo.Yo soy de las que piensan que al igual q las reconciliaciones,los renaceres son preciosos, y no dudo que el tuyo lo sea.Deja que a los que nos importas contribuyamos a reacondicionar tu edificio y verás pronto los buenos resultados.Eso sí,saca la fuerza q das por perdida y demuestra ser mas fuerte q las circunstancias!Un besazo fuerte. Muaa

ChiNeTa dijo...

Creo que deberias deshacerte de todo aquel que destruya tu edificio. Los que te quieren de verdad te ayudar a rehabilitarlo, pero el primero en empezar has de ser tú.
Mucho animo y piensa que de todo se aprende...
unbesogordo

Unknown dijo...

Tú, con la ayuda del Sr. Amistad, contratarás a los mejores arquitectos, peritos y albañiles. Muy pronto podrás presumir de tener el edificio más bonito del mundo, desde cuyas ventanas saldrá el sonido de la risa y la mejor música. Besitos!! Y suerte!!

Alfon dijo...

creo que no se me dan mal las chapuzillas...así que si necesitas que algún día me pase, tienes mi número xD
un abrazo!

Veli_6 dijo...

MUCHAS GRACIAS A TODOS

Nana dijo...

Que divertido sería hacerlo, pero me parece que si alguien lo "arregla", puede que no te gusten los cambios, las paredes, las ventanas... a lo mejor tenemos que hacernos arreglitos nosotros mismos!

Veli_6 dijo...

Ariana, creo que los cambios los podemos hacer entre todos, aunque en diferentes porcentajes.
Un besito y gracias.

Anónimo dijo...

......
y se irán,se irán las manos que te quieren atar
se irán los años llenos de soledad
se irán las horas que no quieren cambiar
se irán las voces en el cuarto de atrás

sal,sal a la calle, el mundo se abrirá
sal, vivir es mucho más que respirar
sal, regálate otra vez la vida
sal

quiérete para querer
y todo lo que te hunde se irá
se irán…

Pedro Javier Hermosilla
"Sal"

un abrazo